El uso de dispositivos personales en el aula, como computadoras portátiles, tabletas y teléfonos celulares, puede ser muy útil para ahondar en el aprendizaje mediante la investigación en internet, y además puede ayudar a desarrollar la creatividad y la colaboración mediante dinámicas atractivas. Pero estos mismos dispositivos también pueden distraer a los alumnos. En una clase de diez o más estudiantes, ¿cómo saber que los están utilizando realmente para aprender y no para jugar o revisar su red social favorita?
Algunos educadores llaman a los alumnos de hoy “ciudadanos digitales” porque muchos de ellos viven en el ciberespacio y no distinguen entre el mundo real y cotidiano del virtual; por tanto, suelen estar muy distraídos.
Asimismo, cada vez un mayor número de padres se queja de que a los alumnos les resulta difícil mantenerse concentrados cuando hacen los deberes escolares debido a las diversas distracciones digitales que los rodean.
Entonces, ¿qué podemos hacer como profesores? ¿Cómo podemos ayudar a los alumnos a administrar mejor el tiempo que dedican a usar sus dispositivos electrónicos? ¿De qué manera hacer que aprendan a autorregular el empleo de la tecnología digital de modo que su uso resulte eficiente? Es muy posible que sus alumnos sigan utilizando sus dispositivos a escondidas o tecleando un texto sin mirar la pantalla, mientras le dan la impresión de que están prestando atención a la clase y a usted.
La administración de los distractores digitales es una habilidad de aprendizaje, por lo que no se deberían prohibir los dispositivos personales en el aula, ya que con ello se estaría privando a los alumnos de la ocasión para desarrollar esta habilidad, que en un futuro les será indispensable en el mundo globalizado que nos rodea.
Lo mejor es comprender que en realidad la tecnología digital y las clases no están reñidas. Por eso he aquí seis ideas de cómo puede hacer que sus alumnos utilicen adecuadamente sus dispositivos electrónicos en el salón de clases.
- Enseñe procedimientos. Como maestro titular de alguna asignatura o grupo de estudiantes, usted es el encargado de establecer de manera clara los límites para el uso de dispositivos durante la clase. Por ejemplo: “Los teléfonos deben estar en modo silencioso; es decir, no se permite el uso de timbres, señales o vibraciones”. Intente encontrar el punto intermedio adecuado para usted y sus alumnos y deje que ellos desempeñen un papel activo en el convenio que harán sobre el establecimiento de estos límites.
2. Tarjetas. Utilice tarjetas diseñadas específicamente para recordar a los alumnos cómo deben utilizar sus dispositivos en diferentes instantes de la clase, por ejemplo: “Cuando muestre la tarjeta amarilla es que todos los teléfonos deben estar boca abajo, la verde indica que ustedes deben buscar cierto concepto o definición, la roja señalará que deben tomar apuntes de lo que yo explique”, etcétera.
3. Los alumnos son la solución. Haga que los alumnos formen parte de la solución de los problemas que genera el uso de dispositivos electrónicos en clase; involúcrelos en la toma de decisiones y haga que investiguen y establezcan objetivos en torno al empleo de estos aparatos.
Pídales que trabajen juntos y reflexionen sobre sus propias distracciones. Igualmente, solicite que elaboren un plan para regular el uso de los dispositivos. ¡Lo sorprenderán las ideas que se les ocurran!
4. Desmienta el mito de la multitarea. Algunos expertos afirman que la generación actual de estudiantes ha crecido con dispositivos digitales y, por tanto, es eficiente al momento de realizar tareas múltiples, es decir, aquello que se ha dado en llamar multitasking, pero según la neurociencia, las multitareas son completamente falsas. En realidad, lo que los alumnos hacen es algo llamado “atención parcial continua”, o sea, no es que su cerebro se divida para realizar al mismo tiempo varias actividades, sino que tiene la capacidad de cambiar rápidamente de una tarea a otra.
Esto puede no ser difícil cuando las acciones que se hacen simultáneamente son rutinarias, como cepillarse los dientes y bailar, pero puede tener efectos negativos cuando se trata de aprender un nuevo tema académico.
Así que no le crea a una madre cuando llegue con usted y le diga que su hijo es multitasker.
5. Dé a los alumnos algo de tiempo libre durante la clase. Seamos realistas: los alumnos utilizarán sus dispositivos a escondidas si se sienten muy limitados acerca de su uso. Así que lo mejor es darles una pausa de algunos minutos (no más de diez) para que revisen sus mensajes y actualizaciones durante la clase. Así les estará ayudando a resistirse a la tentación de estar empleando sus dispositivos a cada rato.
6. Diversión. Haga que sus clases sean atractivas para los alumnos de educación básica. En verdad resulta muy aburrido sentarse a escuchar el discurso de un profesor durante una hora. Los adolescentes, en particular, por lo común no toleran centrar mucho tiempo su atención en algo, a lo mucho, media hora, y el tiempo en que mantienen su atención los niños pequeños suele ser de 15 a 20 minutos, así que evite la monotonía en sus clases y dedique el mayor tiempo posible a actividades grupales e interactivas. Haga que se levanten de sus asientos, que discutan temas, que se mezclen entre ellos y que resuelvan problemas con ayuda de la tecnología.
Ponga estas ideas a prueba y todo será más fácil tanto para usted como para los alumnos.
Artículo escrito por Eloísa Aznar Roldán
English Consultant en H&A Publishing
Más de 27 años de experiencia en el área de enseñanza del idioma inglés; realizando diversas funciones como: Consultora Nacional, Coordinación Académica, Profesora de aspirantes a la carrera de Profesor de Inglés y Profesora a todos los niveles (básico, intermedio y avanzado)